jueves, 26 de junio de 2014

Por qué la sombra daña a las plantas



Investigadores del Centro Nacional de Biotecnología han descubierto el mecanismo por el que la sombra reduce las defensas de las plantas. Este descubrimiento puede ayudar a diseñar estrategias biotecnológicas que mejoren la producción agrícola en condiciones de alta densidad de cultivo.
 Por qué la sombra daña a las plantas
La alta densidad de cultivos en la agricultura moderna es responsable del aumento de productividad de las explotaciones agrarias. Sin embargo, tiene un efecto negativo sobre la capacidad de las plantas de defenderse contra insectos y otros patógenos. Investigadores del Centro Nacional de Biotecnología (CNB) del Consejo Superior de Investigaciones Científicas han descubierto el mecanismo por el que la sombra reduce las defensas de las plantas, lo que podría ayudar a diseñar estrategias que mejoren la producción agrícola.
Según explica el científico del CNB, Roberto Solano, “la sombra que genera la alta densidad de cultivo actúa como una señal que induce el crecimiento vegetal para alcanzar la luz, pero esa redistribución de recursos para el crecimiento tiene como contrapartida una disminución de la capacidad de activación de defensas, entre ellas las que dependen de la fitohormona jasmonato”.
El grupo dirigido por Solano acaba de publicar un trabajo en la revista Plant Cell en el que identifican por primera vez los factores de transcripción necesarios para activar las defensas de la planta frente a insectos y patógenos necrótrofos.
En el laboratorio del CNB, José Manuel Chico ha descubierto que los activadores transcripcionales MYC2, MYC3 y MYC4 están regulados negativamente por los represores JAZ.
En condiciones de luz, los fotorreceptores de la planta (principalmente PhyB) mantienen niveles altos de MYC2, MYC3 y MYC4.
Sin embargo, la sombra inactiva a PhyB y eso reduce la estabilidad de estos activadores transcripcionales, reduciendo los niveles de estas proteínas.
Al mismo tiempo, la sombra estabiliza a los represores JAZ, aumentando los niveles de estos represores, lo que contribuye a reducir la capacidad de activación de defensas de la planta por los factores MYC.
Fuente:
http://plantas.facilisimo.com/blogs/general/por-que-la-sombra-dana-a-las-plantas_1147228.html

martes, 10 de junio de 2014

Cómo preparar abono orgánico



Los desperdicios orgánicos componen casi el 70% de nuestra basura doméstica, y es muy útil para elaborar un excelente abono para nuestras plantas.
¿Qué necesitamos para preparar abono orgánico?
Una manera de mantener la fertilidad de la tierra es incorporándoles abono. Y nada mejor que un abono orgánico, desprovisto totalmente de químicos.
Para preparar abono orgánico solo necesitamos un pedacito de tierra, paciencia y constancia.
Los restos de alimentos que nos sirven para preparar este abono son las cáscaras de huevos y de frutas, verduras, la yerba y el café usado, hojas, estiércol y algunos restos de poda.
También deberemos buscar algunos trozos de telas de algodón viejas o pedazos de chapa, para poder cubrir el pozo que vamos a realizar. 
Jamás debemos incorporar a nuestro abono orgánico restos de vidrios, huesos, carnes, plásticos o latas.
Cómo hacer abono o fertilizante casero
Lo primero que debemos hacer, luego de contar con los elementos básicos, es cavar un pozo de unos 50 cm de profundidad por unos 50 cm de diámetro.
Si queremos hacer solo un poco, podemos utilizar un tacho de 200 litros o similar, en el cual incorporaremos los “ingredientes” de la misma forma y procederemos igual en su cuidado.
En el fondo debemos ubicar los restos de poda, encima los residuos orgánicos y para finalizar, tapamos con un poco de tierra. Todos los días se agrega un poco más de la tierra que sacamos cuando hicimos el pozo.
Se debe mantener tapado el pozo o recipiente con las telas o chapas, e incorporar algunas lombrices para que ayuden a airear la tierra